July 25, 2011

“Relación de la violencia y la inmigración en la frontera USA-México, en ambos Nogales”

Por Presbítero Viliulfo Valderrama [PDF format] [Return to homepage]

Fr. Viliulfo Valderrama is originally from the State of Puebla in Mexico.
In 1990 he was invited to have a pastoral experience in the border city San Luis Rio Colorado, Sonora Mexico, where he felt the call to work with the Hispanic migrant Church in the USA. He was ordained priest for the diocese of Tucson in 1996. Among other pastoral activities he has collaborated with the Jesuits in the Kino Iniciative in Tucson to promote the human dignity of the undocumented migrants. He coordinates humanitarian help to deported migrants in Nogales Mexico; and works with several groups defending and promoting human rights.


I. LA PAZ QUE NOS ROBARON





El entorno es violento;
El grito por la vida se oye desesperado.
La ola
de violencia que azota la comarca
deshace los discursos de la paz,
silencia los sermones del amor;
opaca los rayos del bien;
el
prejuicio y la intolerancia
encuentran sus epicentro en el corazón,
aquel sagrado recinto
ahora envenenado por el odio.
¿Es que acaso la
Civilización del Amor
es solo un sueño, una vana quimera,
o una ilusión
de infantiloides?
Los seguidores de Cristo elevan sus plegarias al
Altísimo y le preguntan:
¿acaso tus Hijos se han vuelto locos?
¿porqué
se destruyen unos a otros?
Y el Altísimo usa su alfabeto: el
silencio, más elocuente que el trillado discurso.
¿Quien nos robo la
paz? insiste el conturbado espíritu.
Y Dios, con una lágrima en los
ojos, solo recoge a los caídos.
Por P. Viliulfo Valderrama

II. PERCEPCION DE LA REALIDAD: (VER)

a. Reflexión pastoral: La frontera de Ambos Nogales

Un grupo de feligreses de san Felipe de Jesús en Nogales, Arizona, aceptaron la invitación de llevar alimentos a sus compatriotas que diariamente son deportados en la garita Mariposa, de la zona fronteriza de Nogales, al otro lado de la frontera. Nadie sabia que esperar; en el grupo todos se veían con animo y con el firme deseo de vivir la caridad, y solidarizarse con los hombres y mujeres que cada día son aventados a los basureros de la marginación, en un país como México, que lo ha despojado de todo, menos de su deseo insaciable de buscar nuevos horizontes.

Cruzamos finalmente la frontera, con algunos víveres y, al llegar al lugar de la cita, guiados por nuestro líder, todos contemplamos atónitos el estremecedor panorama. Es una verdadera tragedia que en una frontera internacional como esta -con una línea divisoria de 3,138 Km. (1950 millas)- el gobierno no tenga un lugar digno para recibir a los compatriotas que fracasaron en su intento de cruzar el desierto, arriesgando sus vidas, en busca de un porvenir mas digno para sus hijos. (Las estadísticas muestran que un 30% de la población mexicana depende de las remesas). El lugar era totalmente improvisado; había una carpa vieja, con una mesita, unas cuantas sillas, un refrigerador pequeño e insuficiente, un trailer de la cruz roja, con algunos medicamentos.

Con mas ánimos que recursos, un grupo de voluntarios esperaban ahí, como cada día, con la esperanza de que algún “buen samaritano” les tienda la mano. Un grupo cristiano repartía folletos con el salmo 23; también se habían dado cita los “coyotes”, para vender nuevamente la idea del “sueno americano”, a los desesperanzados transeúntes. La frase evangélica de que “el trigo y la cizaña crecen juntos” ahí cobraba vida.

El encargado aseguraba que era imposible ahuyentar a los “coyotes”. Su preocupación era mas bien otra: con un solo carro es difícil canalizar a los deportados a los distintos albergues –hay solo cuatro en la ciudad, y solo uno del gobierno- que están llenos hasta el tope. Las deportaciones se suelen realizar en la mañana, y en la tarde. En la tarde se deportan a mujeres y niños, lo cual es un riesgo mayor: las mujeres y los niños son más vulnerables y están expuestos a mayores abusos. En ese momento llego un grupo de migrantes recién deportados. Se les ofreció comida y agua, y la mayoría rehusó la oferta, por lo menos al principio. El aguijón de la desesperanza esta profundamente clavado en sus corazones. Unos de ellos decían: “Ni hambre tenemos”, (quizás su hambre mas grande es que se les haga justicia). Otro, con lagrimas en los ojos pedía una oración.

Una familia estaba ahí, esperando su turno para cruzar; cuando se intento persuadirlos de que no lo hicieran; de que el desierto es mortal, su argumento fue lapidante: “de cualquier manera, morimos lentamente en nuestro pueblo”.

¿Que más podemos hacer? decían en el grupo, ¿como podemos ayudar más eficazmente? Muy buena pregunta. Por ahora nuestra labor es asistencial, aunque uno sabe que el problema es estructural y endémico, que requiere soluciones de raíz. Los migrantes enfrentan varios retos: son expulsados del país con el hombre más rico del mundo. Aquí son rechazados por una sociedad que ve la emigración como una invasión masiva. Y en la frontera son presa fácil del abuso y la extorsión. Pero México es el primero en violar sus derechos, por la falta de oportunidades. Los datos revelan que 18 millones 790 mil mexicanos – el 18.2 %- sufren de “pobreza alimentaria”, la peor forma de marginación, porque quienes la padecen no alcanzan a cubrir lo mínimo para comer y nutrirse. Además, 25 millones 950 mil mexicanos padecen pobreza de capacidades -insuficiencia del ingreso para adquirir la canasta alimentaria y pagar los gastos en salud y educación-, y 49.7 millones sufren pobreza de patrimonio.

El papa Juan Pablo II exclamo ante las autoridades mexicanas: “Respetad al hombre, ¡El es imagen de Dios! El papa Paulo VI califico al sistema económico de “desventurado y nefasto, de inicuos resultados”. Los migrantes son, como dijera el documento de Puebla, los “rostros sufrientes de Cristo”, que han sido alcanzados por el aguijón de la pobreza, “el mas devastador y humillante de los flagelos”. Dicen los obispos latinoamericanos: Vemos, a la luz de la fe, como un escandalo y una contradiccion la creciente brecha entre ricos y pobres”. Por eso es una lastima que en la frontera se aplacen acuerdos bilaterales que salvaguarden la dignidad; y que una reforma migratoria integral, que conviene a ambos países, todavía sea cuestión de retórica; es mas vergonzoso que México tenga al hombre mas rico del mundo, -que suma 68,800 millones de dólares en su haber- extinguiendo con ello a la clase media.

Los políticos mexicanos se sienten indignados por la idea de un muro fronterizo militarizado, pero no con la idea de que 10 familias mexicanas poseen el 60 % de los bienes. Hoy ya nadie discute que es la corrupción y el abuso de nuestro sistema lo que ha generado la pobreza extrema. Es cierto que el ser humano tiene derecho a emigrar; pero ningún ser humano debe ser obligado a emigrar. México, con su cultura de corrupción, obliga a los mexicanos a emigrar, y esa es una violación a la dignidad humana. Los mexicanos que viven legal o ilegalmente en los Estados Unidos -unos 21 millones- son la clase media que México ya no tiene, porque la expulso de su territorio. Irónicamente, y en un gran gesto de solidaridad humana, son la clase que mantiene la estabilidad económica del país –por ejemplo, los datos revelan que en el 2006 se enviaron 26 billones de dólares a México. Pero “los hijos de la tinieblas son más astutos que los hijos de la luz” (Lc.16, 1-13): conviene al sistema, seguir generando pobreza, porque esta a su vez genera cuantiosas ganancias; y hoy es ya más redituable la emigración de los pobres que la industria petrolera.

En el análisis final, podemos establecer que la emigración desde Latinoamérica al “norte” va a continuar, a menos que cambien los sistemas económicos de ambos países. En la arena pública hay que luchar por una política migratoria mas humana y honesta. En la esfera de la fe, hay que reconocer a los “rostros sufrientes de Cristo”, que viven en la frontera y que mueren en el desierto; y hay que hacer algo por ellos. Leonardo Boff dice: “nuestro sueno no reside en una sociedad pobre, o una sociedad rica, sino en una sociedad justa, fraterna, solidaria, democrática y sensible al misterio que atraviesa la existencia humana”. (Articulo de Viliulfo Valderrama publicado en el periódico "The New Vision" de la diócesis de Tucson en Noviembre del 2007)

b. Los síntomas de la dialéctica violencia-inmigración

1. Aumento preocupante de asesinatos en la zona fronteriza debido a conflictos entre los carteles de las drogas. Los carteles, sin ningún tipo de ética ni sentido de respeto por la dignidad de las personas, se pelean las plazas, enfrentándose unos a otros mediante tiroteos en las vías publicas, y poniendo en peligro las vidas de los ciudadanos en transito.

2. Aumento considerable del contrabando de drogas y armas en la zona americana de la frontera. Aun con todas las aparentes medidas de ambos gobiernos, el hecho palpable es que las drogas y las armas esta disponibles, al mejor postor. Las drogas vienen del sur; las armas van hacia el sur. Los jóvenes son una población con altos niveles de vulnerabilidad. En la última semana de Octubre del 2010 un joven de la parroquia de san Felipe de Jesús fue asesinado cruelmente con varios balazos en el cerebro en Tucson y, dos días después, el cuerpo sin vida de su novia fue encontrado en un terreno baldío contiguo al aeropuerto con marcas de tortura. Estos hechos son el pan de cada día. Muchos jóvenes, incluyendo menores de edad, son presa fácil del contrabando de drogas. En Tucson, hace solo unos días (el 8 de enero 2011) hubo un caso que conmovió a la nación entera: El joven Jared Lee Loughner, de 22 anos de edad intento asesinar a la congresista Gabrielle Giffords en una reunión política y en su fallido intento asesino a 8 personas, entre ellas se encontraban el juez federal John Roll y la niña de 9 años Christine Taylor Green.

3. Las estadísticas sobre el crimen han generado un clima de tensión permanente en la ciudadanía. El diario Imparcial de la zona, en su edición del 11 de Enero del 2011, señalo que el 2010 cerró con 600 homicidios intencionales en el estado de Sonora. De ellos, 412 fueron con arma de fuego. Los años anteriores arrojaron estas cifras: en el 2009 hubo 498 muertos; en el 2008 hubo 393 homicidios; 308 en e l 2007 y 238 en el 2006. La cifra es ascendente. En el 2010, después de Hermosillo, Sonora, Nogales, Sonora tuvo la incidencia más alta de crímenes en el estado: 202 muertes violentas. Ni los operativos policiales ni la militarización de de la zona con soldados federales parece poner un freno a la cifra ascendente de crímenes violentos. Incluso, se dice que, desde el 2007 han sido asesinados 10 mexicanos colaboradores de la DEA y 51 contactos del FBI (Revista Proceso, num. 1783).

4. La violencia del crimen organizado en esta zona ha aumentado su brutalidad. Las decapitaciones y la colocación de los cuerpos desmembrados en los lugares públicos son un común denominador.

5. Aumento considerable de la adicción a las drogas en la zona americana de esta frontera. La misma proliferación de centros de rehabilitación en la zona indica que se trata de responder a una realidad social que es cada vez más demandante.

6. Crisis económica grave en los pequeños negocios fronterizos que ven una considerable disminución en el número de turistas que cruzan la frontera para ir de compras al territorio mexicano. Esto en buena parte es debido a la tendencia sensacionalista del periodismo actual y a comunicados del gobierno americano a sus conciudadanos alertándolos de la violencia en México.
7. Sofisticación de los métodos para la infiltración y tráfico de droga hacia los Estados Unidos usando nuevas tecnologías de vanguardia y con ofrecimientos monetarios mayúsculos para extorsionar a las autoridades de ambos países.

8. La cotidianidad de la muerte, la violencia, el robo, el secuestro, etc. propiciado por la falta de censura a la prensa, que conduce a una insensibilización de la población. Para muchos jóvenes, ver morir a alguien no espanta ni aterroriza. Como dice Alejandra Lajaous en su articulo Violencia y Medios (revista Este país, numero 237): “No informar es malo, pero hacerlo con morbo y fuera de contexto es desinformar” La prensa sensacionalista desinforma.

9. El sentido de frustración de las autoridades, las cuales sienten que están perdiendo la guerra contra el tráfico y consumo de drogas.

10. El sentimiento colectivo de que en la “frontera no hay ley”, lo cual causa gran temor entre los ciudadanos que los paraliza y les impide desplazarse con facilidad para el ejercicio de sus tareas cotidianas.

11. La falta de un discurso permanente contra la violencia -sus posibles causas e implicaciones morales- presente en la iglesia católica, la cual generalmente solo se pronuncia públicamente después de algún suceso violento por medio de alguna carta pastoral en la que se exhorta a los ciudadanos a rezar por las victimas.

12. La falta de una pastoral migratoria integral en las parroquias de la frontera que capacite y eduque a los agentes de pastoral en el tema de la doctrina social de la iglesia católica. Pastoralmente, en la frontera cada párroco hace lo que puede, y hay otras situaciones en que el mismo párroco no cree que la iglesia debería inmiscuirse en “asuntos de política”. Un cierto tipo de tendencia conservadora en algunos sectores del clero frena la propagación de la doctrina sobre los derechos humanos desde la perspectiva de Cristo.

13. El surgimiento de un sentimiento xenofóbico, antiinmigrante en ciertos grupos de poder, lo cual ha conducido a elaborar propuestas de ley tendenciosas con un corte racista, según la critica internacional, violatorias de los derechos humanos.

14. Falta de ecumenismo en las diferentes iglesias, que no están muy abiertas a la creación de proyectos de defensa de los derechos humanos que agrupen a líderes cristianos en un solo frente, para combatir la violencia.

III. ANALISIS DE LA REALIDAD. JUZGAR / DISCERNIR

a. Reflexión pastoral: La meta-compasión de Jesús y el proyecto Kino

Uno de los términos bíblicos mas fascinantes en profundidad filológica es el termino griego splangnizomai. Dicho termino se encuentra en el clásico texto mateano que describe la compasión de Jesús frente al sufrimiento de su pueblo: “Viendo a la muchedumbre, Jesús tuvo compasión porque estaban vejadas y abatidas…”. (Mt 9,36). En castellano no existe una traducción exacta del término. La palabra latina “compasión” es limitada y no capta su riqueza.

Mas aun, la explicación de splangnizomai es difícil de entenderse en la mentalidad occidental.
Ante el sufrimiento, Jesús experimento un movimiento visceral; un dolor de extrañas; los síntomas de un ataque de pánico; un derrumbamiento psíquico y fisiológico; un agudo dolor como de parto complicado. La versión anglosajona del “He had pity” presenta la misma complicación. Si se castellanizara el término se tendría que decir que Jesús tuvo metacompasión o megacompasión. Cuando Jesús contemplo la degradación del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, sintió un torbellino en sus entrañas. Niveles profundos de sufrimiento hacen sufrir al mismo Dios. Es como decir que Dios no solo tiene corazón sino también extrañas. Así es Dios, y en su infinita ternura, siente que se le derriten las entrañas ante el sufrimiento, incluso el del mas insignificante de los gusanos. Esta metacompasión podría compararse con misericordia (miserere=miseria y cordia=corazón) que es “sentir la miseria del otro en nuestro corazón”, lo cual es ya un avance. Pero el término griego es más rico en su contenido.

Pues bien, los seguidores de Cristo, que son llamados a servir a los migrantes deportados, deben sentir esta dinámica del espíritu. Su labor humanitaria no es solo un apostolado mas, con tintes filantrópicos. Es una experiencia mística: descubren los rostros sufrientes de Cristo, que se presenta disfrazado a la vera del camino, para ver si los epulones de hoy lo descubrimos. Tenemos el privilegio –y desafió- de estar tan cerca del escenario donde se violan los derechos humanos a cada instante. Si no se es capaz de descubrir a ese Cristo deprimido, cansado, hambreado y deshidratado, entonces el culto al Dios de la vida se torna idolátrico (porque no aterriza en un compromiso con la dignidad de la vida).

A ellos, el instinto los obliga a cruzar el desierto, con el deseo firme de llevarles un pedazo de pan a sus hijos, que esperan en algún rincón de latinoamérica. A nosotros la metacompasión de Jesús debe inspirarnos a acompañarlos en su jornada. La pastoral migratoria es un ministerio sui generis; un apostolado por excelencia; es un imperativo moral y categórico. No se puede bajar la guardia ni un solo instante. No se debe huir al compromiso. El proyecto Kino, aun con sus matices ignacianos, es un proyecto de la iglesia universal. No es exclusivo de la Compañía de Jesús. Nos interpela a todos. Debe unir a todas las espiritualidades, incluso a las de los grupos parroquiales mas contemplativos. Las misioneras de la Eucaristía –por ejemplo-no solo ven la presencia real de Cristo en la Hostia consagrada, sino también en el Cristo disfrazado de angustia, de depresión, de desesperación y de desesperanza.

El proyecto Kino servirá de catalizador del compromiso de los grupos apostólicos, del clero diocesano, y de los laicos. Es un grito profético para saltar de la apatía e indiferencia religiosa a la metacompasión de Jesús. En la frontera hay mucho por hacer para frenar la agonía de Cristo. El proyecto Kino es una invitación a ser contemplativos en la acción. Todos debemos unirnos para vivir el ideal del evangelio en su opción por los ultrajados de la zona. A cada instante se puede ver el rostro pálido de Cristo: en jóvenes deprimidos, en niños desorientados, en mujeres mancilladas, en hombres heridos y llagados. Para ellos no hay una repatriación digna. Son empobrecidos en el país del hombre más rico del mundo. Y son rechazados en el país más poderoso del planeta. El aguijón de la desesperanza esta clavado en sus corazones. ¿Y que ha hecho la iglesia católica para aliviar su dolor? ¿Qué hacen los gobiernos para mitigar sus llantos?

En la iglesia y en la humanidad hay un patrimonio humanitario vasto en contenidos éticos, que debiera usarse con el mismo ardor del papa León XIII. Claro, el fenómeno migratorio es complejo y ello exige una pastoral orgánica en la que se involucre toda la iglesia. Una sola persona, o grupo no es la solución. Un individuo podría caer en la fatiga de la compasión, porque los desafíos son interminables. Hay que recordar el adagio evangélico: “Los hijos de la tinieblas son mas astutos que los hijos de la luz”. . El mal puede contrarrestar las buenas intenciones de la iglesia. Por eso, debe haber un excelente enlace entre la iglesia de las comunidades expulsoras, de las de transito y de las de destino. La iglesia de los pueblos expulsores debe promover mejor la doctrina del destino universal de los bienes, y proveer análisis de la realidad menos funcionalista –“hay pobres y hay ricos”- y mas dialécticos –“hay pobres porque hay ricos”.

¿Como se explica que en los continentes más católicos del mundo, existan las diferencias sociales más aberrantes? La denuncia profética en esos entornos es un imperativo de la fe.

En los pueblos de paso es necesario crear una cultura de la acogida, basada en la metacompasión de Jesús. Es evidente que en México –país de transito- a cada minuto se violan los derechos de los migrantes centroamericanos. Los albergues y centros de hospitalidad son primordiales. Ahí, los laicos juegan un papel primordial, y pueden recuperar la dimensión mística de la justicia social: Cristo es el viandante asaltado a la vera del camino.

En los lugares de destino –Estados Unidos, Canadá, Europa- es necesaria una pastoral de la bienvenida, de la integración, de la inculturación, del respeto al extranjero, para ayudarles a no estar condenados al anonimato y las tinieblas. Al final de cada jornada, los defensores de los derechos humanos tendrán que reflexionar en el poema del Malawi que dice:

• “Tenia hambre, y ustedes han fundado un club con fines humanitarios, en donde se discute sobre la falta de alimentos. Les estoy agradecido.
• Estaba en la cárcel, y ustedes han ido a la iglesia a rogar por mi liberación. Les estoy agradecido.
• Estaba desnudo, y ustedes han examinado las consecuencias morales de mi desnudez. Les estoy agradecido.
• Estaba enfermo, y ustedes han caído de rodillas para agradecer al señor el haberme dado la salud.
• Vivía sin techo, y ustedes me han predicado los recursos del amor de Dios.
Parecen tan piadosos, tan cerca de Dios. Pero todavía tengo hambre, estoy todavía solo, desnudo, enfermo, prisionero y sin techo, tengo frío…” (Articulo del P. Viliulfo Valderrama publicado en el periódico "The New Vision" de la diócesis de Tucson)

b. Diagnostico de un problema complejo en la frontera de Nogales

La frontera entre Nogales, México y Nogales, Arizona, -conocida como “ambos Nogales”- siempre ha estado expuesta a niveles considerables de violencia: narcotráfico, prostitución, violencia domestica, secuestro, adicciones, etc. En el pasado remoto, esta frontera era conocida como “la frontera blanca”. Hoy Nogales, Sonora, es considerado como uno de los lugares más violentos de México (el 2010 arrojo el saldo de 202 muertes violentas) y también es conocido en el mundo por los “narcotuneles”. La mayoría de los medios de comunicación atribuyen la ola de violencia incontrolada a las guerrillas entre los carteles de las drogas por el control absoluto de esta zona.

Arizona es un estado de transito –mas que de destino- para miles de hispanos, provenientes de todas las latitudes de latinoamérica; unos en busca del “sueño americano”; otros huyendo de regímenes totalitarios o guerrillas en sus respectivos países; y otros simplemente para escapar al fantasma de la pobreza extrema. Hubo hace tiempo un acontecimiento que favoreció el clima anti-inmigrante que ahora impera en el estado, y ha agitado las aguas de la intolerancia: el asesinato del ranchero Robert Krentz, supuestamente perpetrado por un inmigrante indocumentado en Marzo del 2009 en el condado de Cochise. El asesinato de Krentz se ha convertido en un detonante para seguir con el debate sobre los inmigrantes que inició con la aprobación de la ley SB1070 en abril del 2010, y que permite que la policía del estado de Arizona pueda detener a cualquier inmigrante que sea sospechoso de estar ilegalmente en el país. La representante demócrata del estado de Arizona, Gabrielle Giffords, pidió el despliegue de elementos de la Guardia Nacional de inmediato, después del asesinato. El 25 de mayo, el gobierno de Obama anunció que desplegaría 1,200 miembros de la Guardia Nacional a la frontera con México para ayudar en los esfuerzos de luchar contra el tráfico de drogas y reforzar las labores de inteligencia. Andy Krentz, el hijo mayor de Robert, concluyo que su padre fue asesinado por un inmigrante ilegal. Nunca se supo que había sucedido realmente. Las teorías más realistas señalan que Robert Krentz pudo haber sido asesinado por un miembro de un cartel de las drogas. Sin embargo, los rancheros de la zona se reunieron para protestar contra las fallas del gobierno de Estados Unidos para frenar la violencia en la frontera.

La ley de Arizona SB1070 del 2010, también conocida como “Ley del odio” es una ley del estado de Arizona que ha recibido la atención nacional e internacional y ha provocado una controversia considerable ya que criminaliza a los inmigrantes sin documentos y considera sospechosos de crímenes a todos los que por su aspecto puedan parecer inmigrantes, ya sean ciudadanos norteamericanos o inmigrantes legales o ilegales. Aunque dicha ley ha sido temporalmente suspendida, ha generado un clima de intolerancia en el estado y ha afectado la economía del estado. Todo el país ha sido testigo de los boicots a Arizona, que han causado pérdidas económicas millonarias.

El análisis de la realidad de esta zona fronteriza nos lleva entonces a identificar algunas de las causas de la exacerbada violencia que se ha gestado en esta parte del país. Algunas de ellas son exclusivas de esta región. Otras son de carácter universal, que generan violencia en todos los lugares del globo terráqueo.

1. En EEUU el discurso político se ha polarizado tanto que ha perdido la ética del respeto a los ideales del otro. Los políticos suelen ver al partido político opuesto, no como un oponente, sino como un enemigo cuyo discurso es mentiroso.

2. La politización del fenómeno migratorio en EEUU ha frenado el establecimiento de una reforma migratoria integral que beneficie a ambos países.

3. El paradigma del neoliberalismo económico –que obstaculiza una repartición de los bienes para todos- sigue generando los más altos niveles de pobreza endémica en el entorno latinoamericano.

4. El surgimiento de una especie de neo xenofobia se propaga en ciertos sectores de la población, promovida por grupos radicales con una ideología anti inmigrante.

5. En México, hay una contradicción entre los reportes oficiales sobre el combate al crimen y las drogas y los reportes de la prensa. Por ejemplo, según la revista Cambio, cifras oficiales del gobierno mexicano señalan que en México hay 13 homicidios por cada cien mil habitantes, mientras que en Brasil hay 13, y en países como Honduras, Guatemala y el Salvador hay más de 70. Los reportes oficiales son triunfalistas. Los de la prensa son derrotistas. Ejemplos de algunos encabezados de la prensa mexicana: “Puñaladas a la justicia”, “Blindar a México”, “Un país doblegado”, etc.

6. Como dice Juan Villoro (citado por Alejandra Lajaous, en la revista Este país, numero 237, en su articulo Violencia y Medios): “el narcotráfico suele golpear dos veces: en el mundo de los hechos y en el mundo de las noticias, donde rara vez se encuentra una discurso oponente. La televisión acrecienta el horror al difundir en ‘close up’ y cámara lenta crímenes con diseño de autor”.

7. La pérdida de una cultura de la denuncia en México, que obstaculiza la persecución del delito, y termina en una institucionalización de la impunidad.

8. En la iglesia, la falta de una pastoral migratoria integral en las parroquias de la frontera que capacite y eduque a los agentes de pastoral en el tema de la doctrina social de la iglesia Católica. Pastoralmente, en la frontera cada párroco hace lo que puede, y hay otras situaciones en que el mismo párroco no cree que la iglesia debería inmiscuirse en “asuntos de política”. Un cierto tipo de tendencia conservadora en algunos sectores del clero frena la propagación de la doctrina sobre los derechos humanos desde la perspectiva de Cristo.

9. Falta de ecumenismo en las diferentes iglesias, que no están muy abiertas a la creación de proyectos de defensa de los derechos humanos que agrupen a líderes cristianos en un solo frente en aras a combatir la violencia endémica.

10. Un desconocimiento total en la población sobre el fenómeno de la violencia en la frontera, que lleva a ciertos individuos o círculos de poder de la sociedad americana, a buscar respuestas fáciles o culpar a los inmigrantes indocumentados, señalándolos como los responsables principales del clima violento en que se vive.

11. La pobreza endémica del entorno latinoamericano es la causa principal de los grandes flujos migratorios y expone a altos niveles de violencia en su transito hacia el país del norte.

12. La violencia no es la causa última de la inmigración, ni la inmigración de los hombres es la razón última de la violencia. Existe una alta correlación entre ambas, pero no una relación de causa-efecto. Desde una perspectiva dialéctica se podría afirmar que la violencia en la frontera USA/México agita las aguas de los flujos migratorios y estos, a su vez, favorecen la creación de un escenario propicio para la generación de los más diversificados tipos de violencia. La declaración de ilegalidad de la migración genera vulnerabilidad en los migrantes. Pero también, la ilegalidad de la migración los convierte a estos en mercancía humana disponible ante los que tienen poder.

IV. COMO AFRONTAR EL FENOMENO DE LA DIALECTICA MIGRACION-VIOLENCIA. ACTUAR

a. Reflexión Pastoral: un visado para el mundo

“Laissez faire, laissez passer” -dejar hacer, dejar pasar- reza el ya tradicional grito de batalla del neo-liberalismo económico, que postula al libre mercado como mejor garante del desarrollo económico. Sin embargo, la brecha entre ricos y pobres se acrecienta cada día, mientras que las fronteras del primer mundo se cierran a los flujos migratorios. Lo nefasto de la globalización es que esta erizada de fronteras y barreras. Pasan las mercancías, pero no pasan los hombres. Y este nuevo año trae consigo grandes desafíos – la ominosa opresión y grave inseguridad. Nuestro planeta esta marcado por masivas olas migratorias -hay 250 millones de migrantes. Como los animales, los hombres emigran en busca de un “hábitat”, que garantice la supervivencia de su especie. Los hombres van en busca de una vida mejor, o mejor dicho, van en busca del capital, saqueado de sus países de origen por el paradigma económico neoliberal.

En este contexto mundial, grupos internacionales defensores de los derechos humanos se dieron cita en Ecuador, Quito, en el mes de Octubre del 2010 para el IV Foro Social Mundial de las Migraciones. El tema del foro fue: “Pueblos en movimiento por una ciudadanía universal, derrumbando el modelo, construyendo actores”. En esa jornada de una semana hubo grandes denuncias, propuestas, e intercambio de experiencias. Todas las ponencias estuvieron centradas en el tema candente del momento: la movilidad humana y sus repercusiones. Los conferencistas representaban a diferentes organizaciones mundiales, y también grupos católicos de derechos humanos hicieron acto de presencia. Entre los temas sometidos al debate destacan: las violaciones a los derechos humanos en las fronteras internacionales; los grupos migratorios mas vulnerables; la crisis económica mundial y su impacto en la migración; las nuevas formas de esclavitud humana y servidumbre; racismo, discriminación y xenofobia; criminalización de la migración; la crisis del paradigma neoliberal; la necesidad de crear una teología cristiana mas encarnacionista y solidaria con los pueblos migrantes, etc. Hubo propuestas dignas de elogio: sobre la abolición mundial de la prostitución; sobre la creación de un “tribunal internacional de la consciencia de los pueblos en movimiento”; sobre el establecimiento de una ciudadanía universal. Al final quedo la sensación de que cada quien, en su respectivo lugar de origen, esta llamado a anunciar la grandeza del hombre, y a denunciar todo aquello que la explote y denigre.

En México, la violación de los derechos humanos es desafiante. La cinta cinematográfica titulada “Infierno” es una cruda radiografía de una enfermedad social crónica que amenaza la estabilidad social: la violencia exacerbada. Y ¿que decir de las violaciones a los derechos humanos en la frontera sur de México? Según informes de Amnistía Internacional, 6 de cada diez mujeres que cruzan el territorio nacional en busca del “sueño americano” sufren abuso sexual. El filme “Los invisibles” denuncia los abusos y vejaciones a los migrantes centroamericanos (youtube/losinvisiblesfilm.com).

En la frontera México-Estados Unidos, aun con el espíritu antiinmigrante que impera, los defensores de derechos humanos predicen una reforma migratoria integral. Se estima que hay en EEUU 10.3 millones de personas con una situación migratoria irregular. Deportarlos a todos es una misión imposible que, según los analistas, costaría además 65 mil millones de dólares. Esta claro: una reforma migratoria beneficiara a ambos países. La iglesia Católica asume la responsabilidad de seguir promoviendo la solidaridad y el respeto a la dignidad de los migrantes.

La ayuda asistencial a los despojados y la denuncia tajante de la pobreza endémica seguirán siendo mecanismos que vayan de la mano. En ser compasivos nos jugamos el ser o no ser cristianos. En respetar los derechos humanos nos jugamos el ser o no ser democráticos. En el análisis final, hay que decir que el racismo es una falta de evolución y desarrollo de la consciencia humana.

Querámoslo o no, estamos llamados a la integración. La diversidad gana terreno, pero la existencia nos aglutina. Es posible, necesario y urgente crear un nuevo mundo. El universo es nuestro país, y el mundo es la casa común de la humanidad. Desde el espacio exterior no se ven las fronteras. Solo se ve un hermoso planeta azul que alberga a una maravillosa civilización.

Nuestro derecho natural es ser ciudadanos del universo. Algún día el propuesto “tribunal internacional de la consciencia de los pueblos”, tendrá que establecer un “visado para el mundo”, y que todo ser humano sea libre de vivir en donde quiera. Y desde una teología llana y solidaria con nuestro pueblo, hay que rezarle al Cristo “migrante” de Esquipulas, o a la virgen “sin papeles” del Quinche, o al Cristo “mojado” de Los Ángeles. Ellos nos llaman a ser libres y a vivir con dignidad. (Articulo de Viliulfo Valderrama publicado en el periódico "The New Vision" de la diócesis de Tucson en Enero del 2011)

b. ¿Como debemos afrontar el desafió en ambos Nogales?

He aquí algunas de las propuestas concretas en esta zona fronteriza:

1. Debemos de usar todos nuestros recursos para promover una reforma migratoria integral. Los expertos señalan que una reforma migratoria disminuiría los niveles de violencia que se generan en las ciudades fronterizas. Los trabajadores migrantes estarían menos expuestos a los abusos y vejaciones de sus derechos y serian menos vulnerables. La iglesia podría jugar un rol importante en este proceso de denuncia.

2. Debemos crear una consciencia de clase en la comunidad hispana por medio de la cual esta adquiera un poder sociopolítico relevante, que se ponga de manifiesto en las urnas. Hay miles de hispanos residentes que no han podido cambiar la cultura del abstencionismo y creen que su participación en las urnas electorales no causaría ningún impacto en el devenir social y político del país.

3. Cada diócesis debería tener un “Plan Integral de Pastoral Migratoria”, que compile los principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia, y que estos se conciertan en “instrumento de evangelización”. Asimismo, es necesario contar con un sacerdote o laico encargado de la pastoral migratoria que promueva dicho plan en las parroquias mediante talleres, simposios, o cursos de pastoral de la movilidad humana.

4. Debemos unirnos en un movimiento ecuménico para crear en esta region el tribunal internacional de la consciencia de los pueblos en movimiento. En ese tipo de organizaciones pueden participar los principales lideres de la comunidad que muestren un compromiso autentico en el mejoramiento de la existencia humana.

5. Debemos humanizar el periodismo. Carlos Soria, en su obra “La ética de las palabras molestas” señala: evitar la exaltación de la violencia es informar desde la perspectiva de las victimas, no desde la perspectiva de los violentos. Y también es informar de aquello que los violentos no quieren que se sepa. Un exceso de informaciones violentas, o la intensidad de la información de la violencia pueden insensibilizar a los ciudadanos. La insensibilidad trivializa la violencia, produce hastío social, vuelve indiferentes a las sociedades y enerva los mecanismos de respuesta social”.

6. A nivel periodístico, todas las diócesis deberían de tener un periódico, o boletín informativo y formativo que contenga reflexiones sobre la dignidad humana y que denuncie las violaciones a los derechos humanos.

7. La iglesia católica debe ser más profética. Así lo exigen las circunstancias. No debe tener miedo de anunciar y denunciar el mensaje de Cristo en este ambiente violento. Hablando del pueblo mexicano, los obispos señalan: “Hay una creciente manifestación de superficialidad en su experiencia de fe y una religiosidad popular sumamente confusa”. (Documento “Que en Cristo nuestra paz México tenga una vida digna, numero 107”. Y de las autoridades dicen: “El signo mas elocuente de esto es la corrupción generalizada que se vive en todos los ámbito”. (Numero 103)

c. Conclusión final a la luz del magisterio de la iglesia en México

¿A que podemos comprometernos los ciudadanos y los cristianos, que somos los actores principales de este momento histórico que se vive en la frontera entre México y Estados Unidos?

O ¿Cuáles podrían ser algunas estrategias preventivas de la violencia en nuestra región? La respuesta no es fácil para nadie. El mal y el bien coexisten. El trigo y la cizaña crecen juntos.

Desde una perspectiva teológica, nunca podremos erradicar el mal que existe en el mundo. Pero si podemos hacer algo al respecto para concientizar a nuestra comunidad sobre la gran necesidad de tener una sociedad:
• más tolerante y menos prejuiciosa;
• que dé la bienvenida al extranjero;
• que proteja la dignidad de los mas vulnerables;
• que renuncie a la violencia física como medio eficaz de resolución de conflictos.

En ser compasivos nos jugamos el ser o no ser cristianos. En respetar los derechos humanos nos jugamos el ser o no ser democráticos. San Agustín decía: Dios, que habita en ustedes, los cuidara por medio de ustedes”. Todos somos responsables de prevenir la violencia en nuestro entorno creando y fomentando una cultura de la tolerancia y de la paz.

Entre los logros ya alcanzados en la frontera de ambos Nogales están los siguientes:
1. El 12 de Diciembre del 2009, los obispos de Arizona publicaron el documento “Me acogiste” (“You welcomed me”) en el que hacen un llamado profético a todos los católicos para que le den la bienvenida a los extranjeros, sin importar su situación migratoria, y condenan las actitudes xenofóbicas hacia los migrantes.

2. La diócesis fronterizas de Ambos Nogales se han unido en el proyecto “diócesis sin fronteras” por medio del cual se ofrecen espacios de reflexión y acción para los agentes de pastoral y miembros del clero mas involucrados en la propagación de la doctrina social de la iglesia.

3. En la frontera de ambos Nogales surgió la “Iniciativa Kino” bajo los auspicios de la Compañía de Jesús, y en coordinación con las diócesis de Tucson y Hermosillo. Tiene como finalidad:

i. la documentación y defensa de los derechos humanos,
ii. la ayuda asistencial a los migrantes deportados en el lado mexicano en un comedor y albergue,
iii. la propagación de la doctrina social de la iglesia,
iv. la investigación científica del fenómeno migratorio y
v. la incidencia social y el cabildeo.

4. Existe en la diócesis de Tucson una oficina de justicia social que esta al tanto de todos los acontecimientos relacionados con el tema migratorio y que ofrece asesoría y apoyo a las parroquias.

5. En la zona fronteriza de ambos Nogales hay una proliferación sin precedentes de grupos civiles que velan por la defensa de los derechos humanos.

6. En la frontera de ambos Nogales existen grupos de pastoral migratoria que ofrecen ayuda asistencial humanitaria a los migrantes deportados de una manera organizada.

7. Hay grupos civiles que han empezado campañas intensas para informar correctamente a la ciudadanía sobre los mitos y realidades de la violencia en la frontera.

8. Existe en Nogales un programa que informa a los jóvenes adolescentes sobre las consecuencias del tráfico y consumo ilegal de drogas. Este programa se ofrece también en las iglesias del condado.

9. El proyecto “Diócesis sin Fronteras” organiza periódicamente eventos de tipo espiritual y pastoral en los que participan agentes de pastoral de ambas diócesis.

Finalmente, en su carta pastoral “Que en Cristo, nuestra paz, México tenga vida digna” los obispos mexicanos señalan: “Consideramos que lo primero que hay que hacer para superar la crisis de inseguridad y violencia es la renovación de los mexicanos. La novedad de nuestra vida en Cristo dará origen a formas nuevas de relacionarnos con las personas con las que convivimos día con día…La primera e inaplazable tarea es la formación integral de la persona…Hoy como nunca es una exigencia invertir todos los recursos a nuestro alcance en la formación de las personas y en la promoción de condiciones de vida dignas para todos”. (“Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna”, CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO)


Bibliografía:

1. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO: “Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga vida digna”.

2. DE MAULEON, Héctor: “Marca de Sangre”, Editorial Planeta Mexicana, México, DF.


3. FUENTES, Carlos: “La Frontera de Cristal”, Santillana Ediciones, México, D.F.

4. SMITH SEMPRUN, Jaime: “¿Que no esta pasando? El dolor de la sociedad”, Editorial McGraw-Hill/Interamericana de España, Madrid.

5. REVISTAS: Proceso, Cambio y Este país y diario el Imparcial.

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